viernes, 12 de junio de 2015

El accidente del destructor francés "Sourcouf" en aguas de Cartagena

 
Di con casualidad con esta noticia sucedida el 7 de junio de 1971, cuando destructor francés "Sourcouf"(D-621), chocó con el petrolero soviético "Bucharov" a 60 millas náuticas de Cartagena, o sea a unos 97 km. El destructor formaba parte del Grupo de Escolta del portaaviones transformando en aquellos años a portahelicópteros "Arromanches", que había cruzado el Atlántico desde las Antillas francesas para ir a Tolón, en el Mediterráneo, el incidente ocurrió a las 3 de la madrugada, el destructor se llevó la peor parte una gran brecha por la que entró agua se abrió a proa, en la zona de maquinas de calefacción. En poco tiempo el agua hizo que la parte delantera se desprendiera, afortunadamente el resto del barco aguantó a flote pero murieron 10 hombres, 9 se encontraban en la proa antes de desprenderse y sus cadáveres jamás fueron recuperados, el otro fallecido murió a causa de graves quemaduras.
 
 
En el barco también se produjo un incendio, como puede verse n las fotos y tuvo que ser remolcado hasta el puerto de Cartagena por un remolcador el "Tattou" y le escoltó su gemelo de clase el "Dupetit-Thouars". Ayudaron varios helicópteros de la Armada española a pagara el incendio y se mando un remolcador "RA-6", para ayudar al remolcador francés. Después lo llevó el remolcador de la Armada "RA-3", desde la bocana del puerto hasta un lugar seguro. En las fotos puede verse como el barco estaba inutilizado, pues gran parte del puente de mando se encontraba sumergido y un arreglo podía valer como un barco nuevo. Perdió cerca de 50 metros de eslora. Cuando el buque llega a Cartagena, estaba prácticamente estaba evacuado, solo iban: el comandante, el jefe de máquinas, 1 oficial, 1 suboficial y 6 marineros. También pueden verse en las fotos otros 2 destructores, quedando navegando en el mar el "Arromanches" y el petrolero de flota francés. Tras varios días en Cartagena, fue remolcado hasta Tolón por el remolcador "Beller", tras ser examinado por ingenieros franceses, dado la gravedad de los daños el buque se convirtió en la "primera victima" del misil que Francia acaba ce fabricar el 1972, no era otro que el famoso misil anti-buque "Exocet". Por su parte el petrolero, apenas sufrió daños y siguió su ruta, desplazaba 50.000 toneladas. Como anécdota, hay que decir que en 1963 en "Sourcouff", estuvo en el puerto de Cartagena.  
 
 
En la foto puede verse los daños y al "Dupetit-Thouars" al lado
 
 
Me gustaría hablar ahora de la clase de destructores a la que pertenecía este buque era la T.47, la primera construida en Francia tras la Segunda Guerra Mundial. Portaban radar. Consistía en 12 destructores, aunque en principio se pensó en 18. Su principal función en principio, era ser escoltas de buques mayores, para operar solos tenían algunas limitaciones de velocidad. Entraron rápido en servicio entre 1955 y 1957. Medían 128 m, llevaban 6 cañones de 127 mm en 3 montajes dobles, 6 de 57 mm en montajes dobles y 4 cañones antiaéreos de 20 mm, en montaje cuádruple: más 12 tubos lanzatorpedos en montajes cuádruples. Entre 1962 y 1966 4 buques fueron modernizados con misiles antiaéreos. entre 1969 y 1970, 5  fueron especializados en antisubmarino. A todos se les eliminaron la s torres de 127 mm, en el caso de los primeros para lanzaderas de misiles en el 2º, se pusieron 2 cañones de 100 mm. El "Sourcouff" nunca fue modernizado. Empezaron a se dados de baja en 1971 y en último aguantaría hasta 1991. Un buque se conserva como museo en Nantes, es el "Maillé-Brezé".
 
   

lunes, 8 de junio de 2015

Los puentes de Toko-Ri. Una gran película aeronaval

El otro sábado, puse la tele por la mañana y estaban dando esta película, que ya había visto a trozos alguna vez pero no recordaba su nombre. Me pareció de una gran calidad fotográfica, por no hablar del realismo de las escenas aeronavales y los ataques aéreos. Pero más me sorprendió ver el año de la película 1954, lo que hace que sea aún más admirable. La película está basada en una novela del mismo nombre editada en 1953 y escrita por James Michener, está basada en la Guerra de Corea (finalizada a la vez que se escribía la novela). Se basa en las ataques realizados entre el invierno de 1951 y 1952 a los puentes de Majon-ni, en Corea del Norte, realizados pro un escuadrón naval de McDonnel Douglas F2 Banshee. Pero en la película es cambiado por el Grumman F-9 Panther, para mi gusto y el de muchos aparte de tener mejores características, su aspecto es más bello. Ambos aviones en aquella guerra iban embarcados en portaaviones.   
 
El Banshee sobre Corea
 
La trama de la película es que el teniente Harry Brubaker (William Holden), veterano piloto de la Segunda Guerra Mundial, es llamado a filas para la Guerra de Corea. Tras u 1ª misión, el avión es dañado y cae al mar, por fortuna un helicóptero Sikorsky lo rescata. Tras ello volverá a su portaaviones el ficticio "Savo Island, con el que tendrá un periodo de descanso en Tokio y verá a su mujer (Grace Kelly). Tras esto empieza las escenas navales de la película, múltiples patrullas y ataques, que buscan un objetivo, entrar en el valle de estratégico de Toko-Ri, (sembrado de cañones antiaéreos) y destruir sus vitales puentes. En el reparto salen actores destacados como Mickey Rooney o Denis Weaver, famoso por protagonizar en los 70 "El diablo sobre Ruedas" y la serie detectivesca "McCloud". La película fue todo un éxito de taquilla llegando a recaudar cerca de 5 millones de dólares. En gran parte destacó el papel de la US Navy en Corea.
 
 El Panther en misión de ataque en Corea
 
Pero el encanto de la película, no reside en la admiración a la US Navy, ni en las por regla general buenas actuaciones del reparto. Sino en las excelentes escenas aéreas, rodadas por pilotos de la US Navy, destacan los combates y ataques a tierra donde se dispara con fuego antiaéreo real. Todo el armamento, buques y aviones obviamente era real, como en aquel cine bello de los años 50. Donde la US Navy o la USAF no ponían pegas a utilizar material, en la película se utilizan 2 portaaviones por entonces en servicio, que pertenecían a las clase "Essex". Eran el "Oriskany" y el "Keersage"- Ambos hacen del "Savo", seguramente uno sustituyó al otro porque tuvo que hacer maniobras o alguna patrulla. El 1er portaaviones entró en servicio en 1950 y el 2º en 1946. El primero fue retirado en 1970 y desguazado en 1974. El 2º en 1976, quedaría en reserva pero echándose muy lentamente a perder, hubo varios intentos de Reagan de reactivarlo pero no quedaron en nada, al final en 2006 tras desguazar en años anteriores algunas de sus partes se hundió para convertirlo en arrecife artificial.
 
  "Oriskany" en Corea
 
Hay que destacar también las escenas de aterrizajes forzosos, apontajes en portaaviones o los mismos aterrizajes, todas son reales y fidedignas. Los Panther utilizados fueron bastantes, cerda una docena. En varias escenas puede verse el portaaviones vacío, eso se debe a que el resto de aviones despagaron para que no hubiera problemas en las escenas de aterrizaje forzoso. También aparecen varios destructores de la época, de la clase "Gearing". El personaje del protagonista se basó en el teniente Donald Brubaker, que sirvió en el "Essex" en 1951 y 1952. Estuve de asesor en el rodaje. Hay que destacar que el gran realismo y efectos no pasaron desapercibidos, pues ganó la película el Oscar de 1956 a los mejores efectos especiales. La película pese al tiempo pasado aparte de entretenida y que deleitará a todos los amantes de ala aviación, para mí es notable por su realismo. De hecho esa puntuación suele darse en webs especializadas, por lo que no voy mal desencaminado. Os dejo para deleite unos clips.   
 
 

miércoles, 3 de junio de 2015

El "toxpiro", otro invento murciano que podría haber cambiado la Guerra de Cuba

Interesante artículo de Antonio Botías en el diario "La Verdad" el 25 de mayo de 2015 sobre otro inventor murciano, Manuel Daza. Que aunque tenía cosas interesantes no llegaba a De La Cierva y a Isaac Peral, eso si tampoco mereció el destino.

El 'toxpiro', un arma secreta murciana

  • El torpedo Daza se consideró en 1898 como la última esperanza contra los americanos

Inventor. El murciano Manuel Daza, creador del 'toxpiro', en una imagen de la época.El submarino Peral, el autogiro de La Cierva, el cajero automático de Anaya, la luz que se respira de Guillén, el pastel de carne, el paparajote y, con poco que me aprieten, hasta el pan tumaca que los emigrantes murcianos llevaron a Cataluña mientras empapaban de ilusiones y sudor las obras del Metro de Barcelona. Inventos murcianos a los que debe sumarse un ingenio tan sorprendente como desconocido: el 'toxpiro'.
El 'toxpiro', que incluso Azorín describió en una de sus obras, era el arma definitiva, la que vengaría el desastre de Cuba en 1898 y defendería las costas patrias si a los americanos, como se temía, les daba por cruzar el océano. 'Toxpiro', que en griego venía a ser 'fuego envenenado'. Su inventor fue el alhameño Manuel Daza, cuyo proyecto inundaría las páginas de los diarios de la época. 'El Liberal' de Madrid llegó a exclamar: «¡Ojalá el invento sea el hierro vengador de los marinos de Cavite y Santiago de Cuba!».
Las expectativas eran desorbitadas. Hasta el extremo de que la prensa, como hizo la revista 'Electrón' en junio de 1898, advertía de que si Estados Unidos contaba con los inventos de Edison, España tenía a «un inventor que le da tres y raya al electricista yanqui». Electricista.
Varias eran las novedades de aquel «automóvil aéreo», como lo describió 'El Mercantil Valenciano'. Podía volar 40 kilómetros en línea recta y a una velocidad fija de unos 400 metros por segundo. El impacto equivalía, según 'El Heraldo', a la «caída de 20 vagones cargados con sus 10.000 kilos correspondientes». Sin contar con las sustancias venenosas que esparcía. Además, su escaso peso y «su extraordinaria baratura» lo convertían en el arma definitiva.
Un exilado de lujo
Manuel Daza Gómez nació en Alhama de Murcia el 31 de julio de 1853. En 1965 ingresó en el colegio de los Padres Escolapios de Yecla. Concluiría su bachiller en el Seminario de San Fulgencio, en Murcia, y en el Instituto de Lorca. Incorporado a filas como alférez de caballería en la tercera Guerra Carlista (1873), al final se exilió a Francia y se estableció en Pau.
Apasionado de la mecánica y las matemáticas, autodidacta, a su regreso a Yecla construyó un molino de harina movido a vapor y se casó con una rica hacendada. Entre sus primeros inventos figuró una pila eléctrica de gran potencia, con la se dio a conocer en Madrid. Más tarde, patentó una sonda, un bastón eléctrico y una máquina de escribir. Su más conocida innovación fue una taladradora para perforar pozos artesianos, que le valió el nombramiento de miembro honorario de la Academia de Inventores de París.
En marzo de 1898 se realizaron en Madrid las primeras pruebas del 'toxpiro' que, aunque no fueron tan satisfactorias como se esperaba, sí permitieron que Daza se trasladara a Sevilla para perfeccionarlo, haciendo antes las correcciones necesarias. Eso permitió que, dos meses más tarde, el proyectil ofreciera una trayectoria más precisa. A bordo del acorazado 'Pelayo', fondeado en Cádiz, se ultimaban los preparativos para la terrible venganza contra los americanos.
Poco más reflejaría la prensa durante los meses siguientes, sobre todo por la opinión extendida de que el enemigo no debía conocer los secretos del ingenio. «Convendría, pues, el silencio», aconsejaba 'El Diario de Murcia'. Pero unos días más tarde aportaba una minuciosa descripción del mismo.
El 'toxpiro' estaba formado por un tubo de hierro, al que iba adosado otro que hacía las veces de cañón o cámara de carga. En él se introducía la cantidad de pólvora calculada para alcanzar el blanco. El proyectil, de forma cónica y achatada, iba cargado «de materias explosivas». Era, sin duda, el antecedente de la propulsión a chorro que llevaría más tarde al hombre a la Luna.
El Gobierno lo rechaza
Tras hacerse el disparo, un aparato adosado a su base impulsaba el proyectil antes de que comenzara a perder velocidad. De esa forma, según Daza, podía crubrir enormes distancias en línea recta. El inventor recomendaba su uso como cañones guardacostas y a bordo de buques, para batir poblaciones costeras. Pero no convencía. El ministro de Marina devolvió en julio la memoria del invento a su autor. La comisión que había valorado el artefacto encontró deficiencias técnicas y le animó a corregir el «cohete-torpedo» en Cartagena. Pero Daza rechazó la propuesta y anunció que demostraría su utilidad. Un industrial madrileño le ofreció los 50.000 duros que necesitaba para los experimentos.
Rechazado el proyecto por el Gobierno, en abril de 1900 Daza regresó a Yecla para ensayar su invención en la Sierra de Salinas. Los primeros ensayos se efectuaron en agosto, sin óptimos resultados y «ante numerosa concurrencia», según 'El Diario'. En agosto volvieron a realizarse pruebas. Y, de nuevo, fracasaron, condenando ya al olvido al invento y a su inventor.
Y poco más. Los comerciantes murcianos, entre los más ingeniosos del mundo, pronto bautizaron como 'toxpiro' a una especie de bomba de confetis, que podía comprarse por 10 céntimos en la calle de San Antonio o en Casa de Clemares, Platería, donde los llamaban «tóxpiros lanza confetti».
El cohete, como arma de guerra, era conocido desde la antigüedad. Pero acaso fue este murciano quien supo perfeccionarlo y luego, como se acostumbra, padecer el más absoluto olvido.