El libro pese a sus pocas ediciones se vendió bien en España y otros países como Francia. El autor, espía español, quiere dar sus propias versiones de hechos oscuros de la vida política internacional de los años 50 y 70. Como trabajó para múltiples servicios secretos, aunque principalmente para el SIM de España. Que fue competente, con buenas redes en muchos países como Francia y Argelia. es a destacar el apartado dedicado a las relaciones en la España de Franco y la URRS, que parecieron admirarse y tuvieron unas relaciones económicas donde España salió ganando en todo. Encima controlando la entrada de espías rusos, no pasó lo mismo con la CIA que poco a poco subyugó a la mayoría de servicios españoles. muchas de sus afirmaciones no carecen de validez, como los tejemanejes entre España y Marruecos para que este país fuera independiente y devolver la patada a los puñetas que Francia hizo a España. También se repiten sus encarcelaciones, casi todas injustas, por supuestas traiciones a los servicios argelinos o franceses. O la implicación de la CIA en el asesinato de Carrero Blanco. También el infiltrado en el gobierno de Brandt, que era su mano derecha Guillaume, agente de Alemania Oriental. Un libro que pese a estar algo novelado no dejará indiferente a nadie. Como su libro "Terrorismo internacional" publicado en 1977, donde desvela cosas sobre ETA y explica con mayor profundidad el atentado a Carrero Blanco. No es nada difícil encontrarlo de 2ª mano en algunas librerías webs. Una lectura más que recomendable si no te crees las verdades oficiales. Pese a lo que pueda decir Fernando Rueda, hay muchas cosas comprobadas de Gonzales Mata, como la muerte de Trujillo, el famoso topo de Brandt y las relaciones hispano-soviéticas.
Dejo aquí la reseña del blog "Crónicas de Hispania", donde aparecen las pocas fotos de Cisne (seguramente ya fallecido), que circulan en la red:
Mercenario del espionaje y polémico escritor
La historia de Luís González Mata “Cisne” es de película. Un “James Bond” ibérico. Real como la vida misma.
Ser espía es una profesión complicada y arriesgada. Pero jugar a varias bandas y vivir en permanentes carambolas ya es una tarea reservada para personas hechas de otra pasta. Este es el caso del asturiano Luís M. González Mata. Conocido con el sobrenombre de “Cisne”.
Fue reclutado por los servicios secretos del franquismo. El Servicio de Información Militar (SIM) que coordinaba Eduardo Blanco. Y luego empezó a llenar su currículum con trabajos para distintos “clientes”: Perteneció a la seguridad del dictador dominicano Trujillo, y también colaboró con los servicios secretos franceses, los argelinos, la KGB y mismo con la CIA. Un espía “ibérico” de película. Un hombre que dio varias vueltas de tuerca al trabajo de agente secreto, como si quisiera entonar al redobles de los tambores el “más difícil todavía”. Si ser “agente doble” debe de ser vibrante, imagínense superar el listón. Y con misiones de cierta relevancia como las que tuvo “Cisne”.
Después de destacar en el servicio español y en el servicio de documentación del ministerio de Presidencia hispano, fue enviado para ayudar al gobierno de Trujillo. Ahí ya comienza a entrelazar “trabajos” entre unos y otros .
“Cisne. Yo fui espía de Franco”
Después de unos agitados años habitando las alcantarillas del poder, Luís González Mata rizó el rizo, publicando el libro “Cisne. Yo fui espía de Franco” en París en 1976. Quiso contar sus experiencias en un estilo novelado y no exento de polémica.
En el polémico libro abre el fuego de la primera página en donde asegura que los agentes secretos “no sirven para nada” pero “por desgracia los agentes secretos no se conforman con ser inútiles, además quieren ser peligrosos”.
Como si quisiera ajustar cuentas o redimirse de algún pecado ataca lo que fue su principal oficio: “Lo único que justifica la existencia de los agentes secretos es el desorden público y así para sobrevivir alimentan ese desorden público con toda clase de escándalos y atentados”.
En aquellos años el autor se quejaba que la obra no tuviera excesivo eco en España. Hay quién sostiene que algún gobierno optó por no darle importancia a la publicación ni tomar represalias “y prefirieron el silencio para no ampliar con sus críticas el número de lectores”(F.Rueda).
“González Mata trabajaba para todos”
Uno de los escritores que trató sobre Luís M. González Mata es Fernando Rueda. En su libro “Espías y traidores” (La Esfera de los Libros) dedica un capítulo a un personaje que define como “una figura apasionante”. En una reciente entrevista Rueda nos trazó las líneas básicas de la figura de “Cisne”:
“No era un militar, no era un espía de contrato, era un agente secreto que trabajaba para todos y los engañaba a todos. Su único interés era para si mismo”.
Rueda Rieu explica que González “actuaba por su cuenta, y se vendía a quién fuera, pero no lo digo en sentido despectivo. Ese era su trabajo”.
Sin duda una trayectoria impresionante, de un espía multifuncional que salió de las sombras y con su particular estilo novelado se dedicó a contar teorías controvertidas.
Para saber más
"Yo fuí espía de Franco"- González Mata- Argos
"Espías y traidores"-Fernando Rueda - La Esfera de los Libros-
"Espías españoles"- Pastor Petit-Argos
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