Os dejo este excelente y a la vez critico pero acertado, artículo de Gonzalo Vidarte.
Gonzalo Vidarte.- Tras la importante victoria de Kobane, cuya liberación se percibe como un antes y un después en el declive del autodenominado Estado islámico, los kurdos avanzan imparables y ya han entrado en la provincia de Raqqa, en Siria, el corazón del terror, donde se encuentra la capital de Daesh (acrónimo en árabe con tono despectivo de estado islámico).
Los kurdos han tomado un monte estratégico que domina varias vías de comunicación y aprovisionamiento de Raqqa. Antes, han liberado 163 aldeas del entorno de Kobane, ciudad convertida ya en símbolo de lucha por los valores universales de la Humanidad. Los peshmergas (los que desafían a la muerte), fuerzas regulares kurdas, y las milicias YPG, han demostrado que la combinación de fuerzas terrestres motivadas y apoyo aéreo de la coalición internacional resulta demoledora: las bajas del estado islámico –entre las ratas, como les llaman los kurdos- están siendo cuantiosas, más de mil cien el sitio de Kobane.
Hacia la liberación de Mosul
Mosul es ya hoy una ciudad sitiada, donde el hambre y la penuria se han generalizado, y cuya población se sublevaría si tuviera armas. Los peshmergas han hecho avances sustanciales. Los yihadistas han fusilado a 23 de los suyos, acusados de retirarse o huir de los kurdos. Un tipo de medida que se suele adoptar en los ejércitos en momentos de hundimiento. Otro síntoma de derrota es la huida del tesorero del Estado islámico con un millón de dólares de la caja. O el avance en Alepo del ejército sirio de Al Assad.
A pesar del terror, en las paredes de Mosul han empezado a aparecer pintadas de la resistencia interna: “Pronto seremos liberados”. La resistencia interna, agrupada bajo el nombre de “Brigadas Mosul” ha anunciado que ha puesto banderas iraquíes en varias zonas y que ha abatido a un integrista.
De manera tan curiosa como polémica, el mando internacional, bajo dirección norteamericana, ha anunciado que Mosul será atacada en abril o mayo. No suelen hacerse este tipo de anuncios en una guerra. Parecen irresponsables. Para el ataque se van a reunir 25.000 efectivos, en 5 brigadas iraquíes y 3 de peshmergas, más otras dos brigadas de reserva. Se trataría de una superioridad holgada. Los yihadistas, por su parte, pretenden hacer una zanja alrededor de Mosul, aunque la guerra de trincheras parece algo fuera del tiempo.
Fracaso del buenismo de Obama
Otro fracaso más de Obama: el polvorín libio
Tras la derrota sin paliativos ante Kobane –las “ratas” del Estado islámico llegaron a anunciar públicamente su toma completa en octubre del año pasado-, los yihadistas han desplegado un nivel de crueldad aún superior: kurdos enjaulados para ser quemados vivos y veintiún jóvenes coptos decapitados…en Libia. En el lenguaje del terror, el Estado islámico trata de ocultar la evidencia de que está siendo derrotado en todos los frentes. Es cuestión de meses su derrota total.
Los yihadistas necesitan seguir manteniendo el flujo de nuevos adeptos mediante su propaganda criminal, aunque el mando internacional asevera que, en las últimas semanas, las pérdidas les han hecho perder operatividad de manera irreversible. Ahora han activado a su filial libia que acaba de tomar la ciudad de Sirte, famoso porque fue el último lugar donde se refugió Gadafi.
Una de las más inmensas estupideces de la historia, dentro de esa abrumadora estupidez de la “primavera árabe” lanzada irreflexivamente por Obama, fue la operación de la OTAN, con liderazgo francés, para derrocar a Gadafi y entregar Libia, con su petróleo, a los integristas, a los que se pasó a denominar rebeldes y a presentar como demócratas. El corrupto y amoral Nicolás Sarkozy tenía un interés personal en la zarabanda porque Gadafi lo había financiado y quería callarlo. Gadafi había sufragado anteriormente a movimientos terroristas, pero en ese momento era un dirigente pacífico e inofensivo, que había elevado los niveles de vida de su pueblo –un mosaico de tribus- y que buscaba ser querido. Era un dictador benévolo y tolerante con las minorías religiosas. Nadie en su sano juicio lo hubiera atacado, sino que, más bien al contrario, debía haber sido apoyado militarmente frente a personajes, patentes terroristas, que venían de combatir en Afganistán.
Cuando Gadafi reprimió a los integristas, la Casa Blanca y las cancillerías se rasgaron las vestiduras diciendo que estaba atacando a su pueblo. Un despliegue impresionante de fuerzas –Francia puso en juego el portaaviones “Charles de Gaulle”- se dedicó a apoyar a patentes terroristas, quienes una vez tomado el poder llegaron hasta asesinar al embajador de Estados Unidos, sin que hubiera respuesta alguna.
A Abdelfatá al Sisi no le tiembla el pulso
El terrible martirio de los cristianos egipcios fue inmediatamente respondido por el presidente egipcio y general Abdelfatá al Sisi, quien envió un escuadrón de cazabombarderos F 16, que bombardearon Derna, la ciudad feudo de la filial del Estado islámico. Se calcula que entre 40 y 50 yihadistas murieron en el bombardeo, aunque también noticias sin confirmar apuntan a que los integristas habrían secuestrado a otros treinta y cinco ciudadanos egipcios. El vídeo de la decapitación de los coptos muestra la evidencia de secta satánica de los integristas musulmanes frente a la dignidad de los mártires cristianos.
Libia, abocada a la guerra civil
La Navidad, fiesta en Kirkuk
Pero, en todo caso, la lección que han dado y están dando los kurdos es que la guerra se gana en tierra, con un ejército motivado, y que ante eso los fanáticos irracionales del Estado islámico nada tienen que hacer. El integrismo se encamina hacia su fracaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario