lunes, 9 de marzo de 2015

Recuperación del buque de Cristobal Colón. La nao "Santa María"

Hace menos de una semana (el 4 de marzo), ABC publicó esta interesante y bastante relevante noticia. Que aunque ya se había dicho en años anteriores, ahora sí parece ser definitiva y es que un equipo arqueológico español tiene localizado los restos de la nave que junto, a la "Pinta" y "Niña", descubrió el Nuevo Mundo. La cosa es series, pues  Lo mejor, es que los trabajos costarían solo 250.000 €, habrá que ver lo que hacen después. En principio, la reconstrucción o musealizarla se descartan por su coste, pero quizás merecería la pena. Pues es un signo vital de la Hispanidad y España. De hecho en Egipto se han reconstruido barcas funerarias de hace 4.000 años y no más lejos en Cartagena hay un barco fenicio. Eso sí, el principal problema de la carabela sería su tamaño y aparte realizar nuevas piezas y tratar la madera. El caos es que los recuperen y se puedan contemplar pronto esos restos. En fin os dejó aquí el artículo completo.
 
 Excavar la Santa María, la nao de Colón, costará sólo 250.000 euros
Jesús García Calero
Día 04/03/2015
 

El equipo español que localizó en tierra el lugar del naufragio, dispuesto a realizar el trabajo de campo en un año

 
¿Qué no daríamos dentro de 500 o de mil años por recuperar los restos de la primera nave espacial? El primer viaje de Colón hacia América fue una exploración tan arriesgada o más que la del Apollo 11. Ahora bien, para hallar lo que quede del barco de Colón no será necesario un proyecto de muchos millones de euros, no tiene nada que ver con la idea de reflotar los restos de un galeón y musealizarlo.
El primer éxito internacional de la arqueología naval española podría ser muy asequible. Investigar dónde paran los restos -que no serán muchos pero sí relevantes- del primer naufragio europeo en América costaría solo un cuarto de millón. Una cifra sorprendentemente reducida para llegar al lugar donde aquellos españoles tuvieron que superar el primer problema grave del encuentro de dos mundos. El coste figura en la propuesta que ha sido elevada a los representantes de los Ministerios de Cultura y Exteriores, competentes en este caso. ¿No valorarán las posibilidades de cooperación e imagen internacional de este proyecto, máxime en un año electoral?
La nao Santa María encalló la noche de Navidad de 1492, al norte de la isla Española. Después fue desmontada y sus restos abandonados en un arrecife que, con los siglos y el crecimiento de la costa haitiana en la desembocadura del Grand Riviere du Nord, ahora se encuentra más de un kilómetro tierra adentro. En 1991, un equipo español investigó las fuentes históricas y realizó un proyecto científico cuyo final fue abortado por un golpe de Estado en Haití.

Factible en un año

Hoy ya es posible. El proyecto previsto por el equipo que coordinan el capitán de navío José Enrique Lechuga (Fundación Fomar), Alfonso Maldonado (Universidad Politécnica de Madrid) y María Luisa Cazorla (historiadora del proyecto de 1991) sería factible en un año. Con la evolución increíble que ha tenido la tecnología de prospección geológica, lo que el equipo español plantea es el final de una historia que pondrá en valor aquello que hoy compartimos con toda Iberoamérica.
Los mismos investigadores dirigen hoy el proyecto que cuenta con el respaldo de los técnicos de la Universidad Politécnica de Madrid. El Gobierno de Haití ya mostró interés el pasado verano por la cuestión, sobre todo después de que la historia del barco de Colón saltara a la luz por las ambiciones del cazatesoros Barry Clifford de lograr un permiso para investigar pecios en la costa de Haití, sobre la base de que había encontrado los restos de la nao en aguas costeras. La Unesco envió a los especialistas Xavier Nieto y Tatiana Villegas, a solicitud del Ministerio de Cultura haitiano, que determinaron la falsedad de las atribuciones de Clifford.
El equipo español tiene ahora concretada su actuación sobre un área de 500 por 300 metros cuadrados. Allí, primero aplicarán un estudio de la zona por imaginería láser desde satélite. Estudiarán sobre el terreno los cambios geomorfológicos y medirán la estratigrafía de la zona. Finalmente, con varias técnicas de tomografía sísmica, conductividad y georradar, esperan dar con el lugar exacto en el que está el antiguo arrecife que debe guardar, enterrados, los restos de la Santa María.
Seguramente se tratará de las piedras de lastre que daban estabilidad a la nave (las primeras piedras españolas, granito gallego, en llegar a América) y lo que esperan es que entre esos materiales se hayan preservado restos de madera (también ibérica) y elementos olvidados al abandonar el barco apresuradamente. Trozos de loza, cubiertos, cerámicas, ajuares, vidrios. El precio, impuestos incluidos, de aplicar todo ello, con traslados de equipos y excavación, tan solo 256.000 euros.
Se trata de una memoria modesta pero nos conecta directamente con uno de los momentos más decisivos de la historia de la Humanidad. El momento en el que el mundo medieval quedó atrás para siempre y se trazaron las rutas hacia los confines de un planeta antes desconocido. El momento en el que España se embarcó hacia el Nuevo Mundo, y (para siempre) viceversa.
 

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