El Ministerio de Defensa de Rusia ha firmado un contrato de 30.000 rublos (630 millones de dólares) con la mayor empresa estatal de construcción de aviones para modernizar sus cazas interceptores MiG-31, según informa la agencia de noticias RIA Novosti.
Esta decisión se ha tomado en el contexto del programa estatal de rearme actual de 20 billones de rublos (500.000 millones de dólares) y en medio de la tensión creciente alrededor de Ucrania, donde estos cazas rusos han sobrevolado las fronteras del espacio aéreo de la OTAN en repetidas ocasiones durante los últimos meses.
“Las fuerzas armadas recibirán más de 50 MiG-31 modernizados a finales de 2018”, citaba RIA las declaraciones realizadas el pasado jueves por el viceministro de Defensa Yuri Borísov. De la modernización se encargará el mayor fabricante de aviones de Rusia, United Aircraft Corporation.
El caza MiG-31 es un clásico de la aviación soviética. Fue diseñado en los años 70 como continuación del caza interceptor supersónico MiG-25. Según RIA, hoy en día las fuerzas armadas conservan 120 cazas de este tipo en sus filas.
El MiG-31 es capaz de interceptar y destruir cualquier objetivo, desde satélites a baja altura hasta misiles de crucero. Un grupo de interceptores puede controlar una gran parte del espacio aéreo dirigiendo los cazas hacia cualquier objetivo, incluyendo los misiles antiaéreos con base en tierra.
El avión ha sido bautizado por los pilotos como “radar volador”, debido a sus capacidades únicas en materia de aviónica. En este sentido, cuenta con el sistema de control Barrier, equipado con la primera antena en fase del mundo. Esta antena se distingue de los radares clásicos porque permite cambiar la barra de la antena fija, así como crear el número de señales necesario para seguir varios objetivos de forma simultánea.
 
Los MiG-31 modernizados están equipados con nuevos sistemas de aviónica y control de fuego y pueden disparar simultáneamente contra seis objetivos en un radio de 280 kilómetros.
Las fuerzas aéreas de Estados Unidos y muchas otras fuerzas aéreas occidentales dejaron de dedicarse al desarrollo de interceptores bombarderos cuando el MiG-31 entró en servicio en 1975, ya que el centro de la estrategia nuclear soviética estaba enfocado en los misiles balísticos. No obstante, los soviéticos siguieron teniendo la necesidad de crear cazas capaces de hacer frente a la flota de bombarderos estratégicos estadounidenses en el caso de que se produjera un conflicto nuclear.
Rusia ya posee alrededor de 20 MiG-31 modernizados, según los medios de comunicación. RIA Novosti informa que en 2011 se firmó un contrato adicional con United Aircraft Corporation para la modernización de 60 aviones hasta 2020.